miércoles, 22 de julio de 2009
Motín de la Bounty

Motin En La Bounty, John Boyne, Salamandra,480 páginas,1ª edición (09/2008)
Autor del libro el Niño con el Pijama de Rayas
Mecanismos Internos Ensayo 2000-2005

Las influencias de J.M. Coetzee al desnudo. Una inmersión en el ADN literario del Premio Nobel surafricano.En esta colección de 21 ensayos Coetzee reflexiona sobre el trabajo de algunos de los grandes escritores del siglo xx: desde Samuel Beckett y Günter Grass a Gabriel García Márquez y Philip Roth. Accesibles, brillantes, intuitivos y desafiantes, estos ensayos demuestran su ojo crítico, su maestría analítica y su inquebrantable perspicacia crítica.Mecanismos internos
Mecanismos Internos. Ensayo 2000-2005,J.M. Coetzee,Mondadori - 336 Pág, 04/2009.
martes, 21 de julio de 2009
Barnes & Noble lanza una tienda virtual de libros electrónicos

La nueva web, que ya está en funcionamiento y que según la compañía se convierte en la mayor tienda en línea de libros electrónicos, ofrece más de 700.000 títulos, de los cuales medio millón son obras libres de derechos de autor que ofrece Google a través del servicio Google Books.
Según el presidente del portal digital de Barnes & Noble, los libros son compatibles con varios sistemas operativos y lectores electrónicos, así como con los llamados teléfonos inteligentes, como el iPhone de Apple o los terminales de Blackberry.
Estos títulos digitales, sin embargo, no están disponibles para el lector de Sony ni tampoco para el Kindle de Amazon, que de momento serían los principales competidores del dispositivo que lanzará al mercado a principios de 2010 la firma británica Plastic Logic y cuyo contenido proporcionará la nueva tienda de la cadena.
Según el presidente del portal digital de Barnes & Noble, los libros son compatibles con varios sistemas operativos y lectores electrónicos, así como con los llamados teléfonos inteligentes, como el iPhone de Apple o los terminales de Blackberry.
Estos títulos digitales, sin embargo, no están disponibles para el lector de Sony ni tampoco para el Kindle de Amazon, que de momento serían los principales competidores del dispositivo que lanzará al mercado a principios de 2010 la firma británica Plastic Logic y cuyo contenido proporcionará la nueva tienda de la cadena.
EFE - Nueva York - 21/07/2009
lunes, 20 de julio de 2009
El Enigma Sagrado

El best seller internacional, escrito por Nlichael Baigent, Richard Leigh y Henry Licoln, fue publicado por primera vez en 1985, y desde entonces, no ha dejado de sorprender a todo aquel que ha tenido la posibilidad de leerlo, ya que postula polémicas teorías, sobre los misterios de la vida de Jesucristo, su crucifixión y sepulcro. Pasando además, por los Templarios, El Grial, Pergaminos Cifrados, Sociedades Secretas, entre otros.
La historia, se desarrolla antes de la Primera Guerra Mundial, en un pequeño pueblo del Langedoc en Francia, que en su momento fue un bastión cátaro, llamado “Rennes-le-Chateau”, en donde un cura llamado Berenguer Saunier, encuentra durante las reparaciones de la fachada del templo, varios documentos, con un listado de nombres y dos hojas con indicaciones en claves, que estarían relacionadas con la ubicación de la tumba del hijo de Jesús, hecho detonante en el trama de este interesante del libro.
Desde ese momento comienza la acción, y el desenlace de una serie de acontecimientos que develarán los ocultos orígenes del cristianismo.
El libro, sin duda, no deja indiferente a nadie, ya que la mixtura de datos históricos con el estilo novelesco, resultan ser una fórmula adictiva, que genera que el lector se cuestione y analice muchos de los temas expuestos, más allá de la constante discusión que mantienen los expertos, sobre la veracidad de la información histórica.
En lo que respecta a si Dan Brown basó “El Codigo Da Vinci”, en ésta obra, a mi parecer, es algo fuera de lugar, tal como lo determinaron los tribunales londinenses, tras la acusación de plagio interpuesta por Michael Baigent y Richard Leigh. Si bien, ambos libros mezclan de manera inteligente y atrayente elementos histórico religiosos, con el lenguaje novelesco, sus tramas, estilos, personajes, ambiente y forma son completamente distintas.
Creo que lo que ocurrió, fue que la obra de Nlichael Baigent, Richard Leigh y Henry Licoln, abrió una puerta para que todos los libros relacionados conceptos históricos, religiosos, se instauraran con más fuerza en la palestra literaria.
Resumiendo, es un buen libro, ya que se mezclan a la perfección intrigas, misterio, historias ocultas, y una buena investigación, ingredientes, que permiten que lector disfrute de una entretención asegurada.
Recomendable para los amantes de las novelas históricas y para quiénes se apasionen por estos temas, ya que si consideramos las 475 páginas con que cuenta, es algo digno de considerar.
Queda en cada quién, determinar si las conclusiones obtenidas de la recopilación histórica realizada por los autores, son correctas y tienen algo de cierto, o solo son una simple y mágica suposición basada en una cadena de casualidades.
El Enigma Sagrado, Michael Baigent, y Richard Leigh, Martinez de Roca, 475 Pág., 2002
lunes, 13 de julio de 2009
La Memoria de mis Putas Tristes

Como gran admiradora de la obra de Márquez, estaba ansiosa por disfrutar de la última creación del reconocido escritor, más aún, cuando llevaba 10 años de silencio en el género de Ficción. Tiempo en que publicó; Del amor y otros Demonios; Por la libre, una compilación de notas periodísticas; la novela de no-ficción Noticias de un secuestro; y la primera parte de su edición de memorias Vivir para contarla.
La novela, de 109 páginas, narra la historia de un anciano periodista que en su cumpleaños número noventa, decide regalarse una noche de placer con una adolescente virgen, y sin esperarlo, se enamora por primera vez en su vida, de una muchacha de catorce años, a la que bautiza como Delgadita.
La peculiar relación, se prolonga durante un año, donde el protagonista, hace un análisis de su pasado, recordando así, su carrera de periodista, el amor a la música y libros y por supuesto su gusto por las mujeres.
Conforme el nonagenario se va enamorando, cambia su visión del mundo y de la existencia, tanto así, que llega a cuestionar los límites de la realidad y la forma en que ha vivido durante casi un siglo.
El sencillo relato, narrado en primera persona, refleja la realidad más íntima y melancólica de la vejez, por eso, se agradece que el autor a través de frases cargadas de significado, nos invite a reflexionar sobre el amor, la sexualidad, la soledad, entre otros.
Sin embargo, pese a ser admiradora de la obra de Márquez, debo decir que esta novela me provocó sentimientos encontrados, ya que si bien se puede percibir la expertiz del Ganador del Premio Novel, y su capacidad para crear conmovedoras atmósferas a través de referencias pictóricas, literarias y musicales, no posee la fuerza que poseen sus otras obras, tanto así que puede se catalogada como una de las obras menores del autor.
Tras terminar de leerla, quedé con la sensación de gusto a poco, un tanto desconcertada de que esa fuera todo, recorrí nuevamente las páginas en busca de algo más, pero la verdad es que no encontré nada.
La Memoria de mis Putas Tristes,Gabriel García Márquez,Norma,109 pág,2004.
jueves, 2 de julio de 2009
«La literatura me regaló mi profesión»

Junio 30, 2009
Acercar los libros a la calle es un acto bonito» Durante este fin de semana la cultura y las letras tienen una cita en la segunda Feria del Libro de Cuéllar. A lo largo de tres jornadas se han desarrollado numerosas actividades para acercar la literatura a pequeños y mayores. Una de las actividades ha sido la presentación del libro 'El sanador de caballos' de Gonzalo Giner, quién también firmó numerosos ejemplares de su novela.
-¿Qué supone 'El sanador de caballos' en su carrera literaria?
-Para mí ha sido un poco la respuesta de un gran sueño que tenía desde hacía muchos años, que era hablar sobre mi propia profesión (yo soy veterinario también, aparte de escribir) y contar a la gente cómo era esta profesión en una época donde tuvo una trascendencia enorme, porque estamos hablando del profesional que trataba a los caballos y éstos en la Edad Media eran arma de guerra, correo, medio de transporte e incluso distinción social para los nobles. Me apetecía mucho poder contar mi oficio y gracias a esta novela he podido hacerlo.
-¿Cómo nace su pasión por la literatura?
-En cuanto a escribir ha sido bastante reciente. Desde el año 2000, más o menos, llevo unos ocho o nueve años escribiendo, pero la literatura siempre ha estado muy cerca en mi vida, porque mis padres han leído mucho, en mi casa se ha leído mucho y de ahí me viene un poco la pasión por la letra, pero lo de escribir fue un poco posterior. Yo sigo trabajando como veterinario en el campo, pero también me ha apetecido devolver a la literatura el favor que me hizo en su momento.
-¿Cuál fue ese favor?
-Ella me regaló mi actual profesión. Yo leí unos libros, cuando tenía trece o catorce años, que hablaban de todas las anécdotas que podía tener una profesión como esta a diario. Me encantó, me gustó tanto que quise ser veterinario. Por eso de alguna manera con esta novela he querido devolver ese favor.
-¿Puede avanzar algún proyecto en el que esté trabajando en la actualidad?
-Sí, estoy ahora metido en otro proyecto que también tiene que ver algo con caballos, pero más bien con doma y Renacimiento.
-¿Qué le parece la iniciativa de la feria del libro de Cuéllar?
-Fenomenal. Cualquier feria del libro y acercar la literatura a la calle, a mí me parece que es un acto muy bonito y que merece la pena promocionarlo y mantenerlo. Yo felicito a los cuellaranos por ello.
Fuente: Muchos Libros
Félix de Azúa: "Lo difícil en la actualidad es no publicar"

Fuente: El país
Saramago critica descargas de libros en internet

El autor presentó un texto que reúne los artículos publicados en su blog y aseguró que los escritores se ven afectados por las "descargas anárquicas" en la web.
Saramago espera publicar un libro con las cartas que le han enviado algunos de sus seguidores.
El escritor portugués José Saramago, Nobel de 1998, presentó hoy El Cuaderno, un libro que recoge los muchos artículos publicados en su blog personal en un acto en el que criticó las descargas ilegales de libros y música en internet.
El escritor juzgó que el formato blog "no es nada del otro mundo" y contó que se ha esforzado por cuidar la palabra a la hora de escribir sus textos, de temas políticos, literarios, humorísticos y hasta anecdóticos. También reconoció que comenzó a trabajar en Internet a petición de su esposa y traductora, la periodista española Pilar del Río.
El lanzamiento de la obra fue retransmitida desde Lisboa en directo a través de Internet y Saramago respondió a preguntas de sus lectores, una de ellas sobre si afectaría a los escritores la divulgación de sus libros en internet.
"Claro que afectaría ¿de qué quiere qué vivamos?", respondió el Nobel, que subrayó su oposición a las "descargas anárquicas" efectuadas en la Red, que afectan especialmente a los músicos.
"Espero que los libros en formato papel tenga un larga vida", sentenció el escritor portugués, que dejó abierto el debate sobre las condiciones en las que las ediciones "on line" podrían prosperar.
La bitácora digital del Nobel (http://cuaderno.josesaramago.org), ya cuenta con más de dos millones de entradas, según reveló el propio autor, que considera los blog "un fenómeno de masas" en respuesta a la necesidad del ser humano para comunicar y reafirmarse en su propia individualidad.
Saramago comentó varios de sus textos del blog, como en el que arremete contra Berlusconi, y le califica de "delincuente", y los que versan sobre el ex mandatario de Estados Unidos, Geroge W. Bush, blanco también de sus reproches.
La obra, que en Italia de momento no ha podido ser publicada, es un compendio de pequeños textos escritos entre septiembre de 2008 y marzo de 2009.
Entre ellos, el autor cree que tuvo el mayor éxito el titulado O relógio (El reloj), donde habla en tono de humor del regalo que un amigo le hizo.
"Parece que las personas no sólo quieren oír insultos a Berlusconi", comentó el premio Nobel luso, que también criticó algunos contenidos de la red, y considera que el 80% o 90% de lo que allí se encuentra "no sirve para nada".
"El 10% restante es precioso", subrayó el escritor, de 86 años, que mantiene la aspiración de editar un libro con las cartas que ha recibido de sus lectores, algunas capaces de arrancarle "lágrimas".
Saramago, que terminó el pasado año su última obra El Viaje del Elefante, ha publicado libros de gran éxito internacional como Ensayo sobre la Ceguera (1995), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984) o El Evangelio según Jesucristo (1991).
Saramago espera publicar un libro con las cartas que le han enviado algunos de sus seguidores.
El escritor portugués José Saramago, Nobel de 1998, presentó hoy El Cuaderno, un libro que recoge los muchos artículos publicados en su blog personal en un acto en el que criticó las descargas ilegales de libros y música en internet.
El escritor juzgó que el formato blog "no es nada del otro mundo" y contó que se ha esforzado por cuidar la palabra a la hora de escribir sus textos, de temas políticos, literarios, humorísticos y hasta anecdóticos. También reconoció que comenzó a trabajar en Internet a petición de su esposa y traductora, la periodista española Pilar del Río.
El lanzamiento de la obra fue retransmitida desde Lisboa en directo a través de Internet y Saramago respondió a preguntas de sus lectores, una de ellas sobre si afectaría a los escritores la divulgación de sus libros en internet.
"Claro que afectaría ¿de qué quiere qué vivamos?", respondió el Nobel, que subrayó su oposición a las "descargas anárquicas" efectuadas en la Red, que afectan especialmente a los músicos.
"Espero que los libros en formato papel tenga un larga vida", sentenció el escritor portugués, que dejó abierto el debate sobre las condiciones en las que las ediciones "on line" podrían prosperar.
La bitácora digital del Nobel (http://cuaderno.josesaramago.org), ya cuenta con más de dos millones de entradas, según reveló el propio autor, que considera los blog "un fenómeno de masas" en respuesta a la necesidad del ser humano para comunicar y reafirmarse en su propia individualidad.
Saramago comentó varios de sus textos del blog, como en el que arremete contra Berlusconi, y le califica de "delincuente", y los que versan sobre el ex mandatario de Estados Unidos, Geroge W. Bush, blanco también de sus reproches.
La obra, que en Italia de momento no ha podido ser publicada, es un compendio de pequeños textos escritos entre septiembre de 2008 y marzo de 2009.
Entre ellos, el autor cree que tuvo el mayor éxito el titulado O relógio (El reloj), donde habla en tono de humor del regalo que un amigo le hizo.
"Parece que las personas no sólo quieren oír insultos a Berlusconi", comentó el premio Nobel luso, que también criticó algunos contenidos de la red, y considera que el 80% o 90% de lo que allí se encuentra "no sirve para nada".
"El 10% restante es precioso", subrayó el escritor, de 86 años, que mantiene la aspiración de editar un libro con las cartas que ha recibido de sus lectores, algunas capaces de arrancarle "lágrimas".
Saramago, que terminó el pasado año su última obra El Viaje del Elefante, ha publicado libros de gran éxito internacional como Ensayo sobre la Ceguera (1995), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984) o El Evangelio según Jesucristo (1991).
"Un libro debería ser un divertimento, como la tele"

Por: Dani R. Moya.
El otro lado del teléfono contesta una secretaria. "Despacho Falcones, dígame". Ildefonso Falcones es uno de los escritores que más ejemplares de un libro ha vendido en España, más de cuatro millones de su novela ?La catedral del mar?, pero el éxito literario no le ha hecho abandonar la abogacía, que continúa ejerciendo al frente de su propio despacho en Barcelona, desde donde responde a las preguntas de este periódico sobre su libro más reciente, ?La mano de Fátima? (Grijalbo), una obra en la que narra la historia de los moriscos en las Alpujarras.
–Ha asegurado en alguna entrevista que para escribir ?La mano de Fátima? ha echado mano de unos 200 libros para documentarse...
–No he acudido a las fuentes documentales en sí, sino a libros que han tratado estos temas. He leído todo lo que se ha escrito sobre los moriscos, que tampoco es mucho en realidad.
–También habrá visitado las Alpujarras antes de escribir el libro
–En las Alpujarras he estado varias veces, es una zona maravillosa, y esos paseos me han servido para ambientar algunos pasajes de la novela. Lees las crónicas y no es lo mismo que estar allí y ver la orografía.
–¿Y cómo se le ?apareció? la historia?
–Me ocurrió como con ?La catedral del mar?. Cuando me planteé escribir ese libro busqué una época histórica que consideré atractiva para el lector y ahora he hecho igual. La época de los moriscos tiene interés y además puede tener sus paralelismos hoy día.
–¿Qué tipo de paralelismo?
–Hay un paralelismo, pero hoy en día es al revés. En el siglo XVI el fanatismo religioso corría a cargo de la cristiandad. Se siguen produciendo estas situaciones. Por ejemplo, la masificación de inmigrantes en pisos, lo que se les echa en cara, como la natalidad elevada y falta de integración... Son las mismas excusas que se utilizaban.
–Precisamente Obama hace unos días se atrevía a citar la época califal como ejemplo de tolerancia, aunque con el poco acierto de situarla paralela a la Inquisición.
–Obama no tiene por qué saber la historia de nuestro país. Está claro que hubo un asesor que metió la pata. Pero no iba tan desencaminado. Es cierto que en la época califal no se puede hablar de la Inquisición porque son diferentes siglos y diferentes regímenes, pero sí de que se dio se dio una convivencia pacífica.
–¿Qué hay de novela pura y dura y qué hay de historia en su libro?
–Todos los hechos históricos que se relatan son ciertos, todo el desarrollo de los acontecimientos históricos está fundamentado. Pero a partir de esos hechos hay una trama ficticia. El lector tiene derecho a tener la garantía de que lo que ha leído corresponde a una realidad.
–¿No se corre el riesgo de que lo histórico, la información, se cuele demasiado en la trama?
–Es un riesgo que se corre, sin duda. A mí me aparece y uno mismo tiene que autocorregirse, pero tiene que haber terceras personas que lo hagan, como, en mi caso, mi esposa, que es mi primera lectora. Es fundamental que me llamen la atención y me digan que aquí o allí se está perdiendo el hilo de la novela por el interés de narrar según qué acontecimientos históricos. Hay que intentar encontrar el punto de equilibrio entre lo que pueda interesar al lector desde un punto de vista histórico y lo que es el desarrollo de una trama.
–¿Ha sido un reto escribir otro libro después de ?La catedral del mar??
–No hay que superar nada. Lo único que hay que hacer es esforzarse lo máximo posible y ofrecer al lector algo similar, dentro del estilo que se tiene, y que satisfaga mínimamente las expectativas de aquellos lectores a los que les gustó ?La catedral del mar?.
–La mano de Fátima? tiene más de 1.000 páginas, no es un libro precisamente para llevarse a la playa...
–Eso es lo malo... A mí me salían menos páginas en el ordenador, pero después llega la editorial y empieza a poner cortes y páginas en blanco... Lo importante es que enganche al lector. Es lo de siempre: si las 1.000 páginas son buenas uno desea que tenga 500 más, pero si son malas...
–¿Cuáles son los secretos de un buen libro?
–Para que un libro entretenga tiene que ser de lectura ágil, que sucedan muchas cosas, porque el que araña media hora de su día para leer quiere que ese tiempo le satisfaga en la lectura, y que encuentre un atractivo, que no sea una obra lírica, barroca, profunda... si no simplemente un divertimento, como cuando uno pone la televisión para desconectar un rato.
–¿Hacen mejor a un libro sus ventas?
–No es que lo hagan mejor, pero es el único dato objetivo que se puede tener. Las críticas son subjetivas, son opiniones de unos señores, pero el hecho de que haya un gran número de gente que compre el libro, que lo ha leído... Si lo compra alguien es porque le han dicho que es bueno, sino no lo compraría nadie, porque ninguna campaña de márketing es capaz de lograr eso. El boca-oreja es imprescindible.
Ildefonso Falcones
Junio 23, 2009
Fuente: laopiniondemalaga.es
miércoles, 1 de julio de 2009
Juan Carlos Onetti, el escritor tan querido

Y un ser humano, tan solo. La voz habitual dice que Juan Carlos Onetti, uruguayo, y melancólico como los uruguayos, era un hombre triste. No lo era, no es cierto. Era un humorista, en el sentido en el que lo fue Buster Keaton, o en el sentido en que lo es Woody Allen. Decía con su cara estólida las cosas más divertidas. Y las escribía. No hacía otra cosa que reír, pero con esa cara que la vida le fue dando parecía que tan solo se reía por dentro. Su silencio también era, a veces, una carcajada. De lástima, o de burla, frente a las luminotecnias de la solemnidad.
Mario Vargas Llosa, que ha hecho un libro en el que reivindica a Onetti como el gran autor de ficción en español del siglo XX, distingue entre ambas facetas: el que escribe y el que habla. Cuando Onetti se quedaba solo con su escritura, y con sus personajes, se introducía en una zona de sombra en la que mandaba aquella melancolía honda que le emparentó desde muy temprano con los existencialistas.
Pero personalmente era otro, el que se reía, el que recordaba anécdotas que contaba con la minuciosidad de un padre que siempre tiene tiempo para contar cuentos a sus nietos. Te recibía, es cierto, echado en la cama, donde pasó una decena de años, los últimos de su vida, en Madrid. Pero ahí Onetti no exhibía la angustia dramática del acostado por hastío; una vez me dijo que no se levantaba de la cama tan solo porque le daba pavor que la Biche, su perra, le mordiera las canillas.
Desde la cama Onetti reflexionaba, se reía de su sombra y de las sombras de los otros. Se reía de la solemnidad de sus colegas; zahería, sobre todo, a Camilo José Cela, que en aquellos años (finales de los ochenta, principios de los noventa; Onetti murió en 1994) había decidido que todo el mundo debía ser objeto de sus chanzas, y la tomó sobre todo con Julio Llamazares y con Antonio Muñoz Molina. Onetti levantó su espada a favor de los dos jóvenes novelistas, y desafió Cela con su ironía aplastante. Cela era para él, entonces, la metáfora de lo que nunca hubiera querido ser, y ejerció en solitario (prácticamente) su tarea de desmontarle la peana al autor de La familia de Pascual Duarte.
Ese otro Onetti era un personaje con una memoria privilegiada; bebía, eso es leyenda, pero no se emborrachaba jamás, como recordaba anoche su amigo Félix Grande en la Biblioteca Nacional, en el epicentro del homenaje que se le está dedicando a Onetti estos días, ahí y en la Casa de América, dirigido por el profesor Eduardo Becerra.
Félix Grande, que le ayudó a subsistir en España cuando Onetti vino aquí después de que la dictadura uruguaya le encarcelara por amparar un cuento que los militares decidieron que debía ser tachado, habló de la aspereza y de la ternura de Onetti, y de ese periodo encamado que ha hecho subsistir la leyenda de que el autor de El astillero era un hombre fuera del mundo.
Quien lea hoy sus artículos (y sus novelas, y sus cuentos, pero todo sus artículos), que acaban de ser recopilados en el tercer tomo de las Obras Completas que ha preparado Hortensia Campanella para el Círculo de Lectores, podrán comprobar ahí la agudeza de sus juicios, y podrán apreciar hasta qué punto siempre estuvo alerta para tachar él mismo la solemnidad común pero sobre todo la solemnidad literaria.
Él creía que el éxito no era nada. Lo dijo cuando murió Faulkner, precisamente en julio, en 1962. "Sabía [Faulkner] que lo que llamamos éxito no pasa de una vanidad amañada: amigos, críticos, editores, modas". Faulkner, como Cèline, era su espejo. En esa necrológica de su maestro norteamericano, Onetti escribió esto que hoy podría decirse escribiendo de él, también: "Descendiendo del reciente difunto inmortal a este humilde necrólogo a pedido, reiteraremos que no fue hombre de academias, de discursos patrióticos, de asociaciones literarias. Y, si se le hubiera permitido escribir sobre su muerte, no habría aportado ni una gota a los chaparrones de cursilería que julio promete sobre el tema y cumplirá, sin duda alguna".
Le conocí en Tenerife en 1973, con mi compañero de clase Juan Manuel García-Ramos, que luego sería un profundo estudioso de su obra. Anoche, cenando con Dolly Onetti, su viuda, con Félix Grande y con otros que conocieron o aman la escritura de Onetti, alguien preguntó por qué le amamos tanto. Avancé una respuesta: porque era un tipo normal, un escritor que había arañado la vanidad hasta las profundidades de su esqueleto y la había enterrado detrás de unos libros impresionantes sobre los que jamás mostró ninguna vanagloria.
Celebrarlo es leerle. Hacían un documental sobre la vida de Onetti y me preguntaron anoche qué requisito habría que cumplir para pasar la aduana y entrar en Santa María, su territorio mitológico. Leerle, sin duda, empezando por sus artículos, donde resplandece el humor de Onetti. Ese sería el requisito. Y si hubiera que empezar por la ficción, por ese cuento imprescindible e impresionante, El infierno tan temido; pasarán otros cien años, como los que hoy tiene Onetti, y esa historia de odio y venganza seguirá siendo escalofriante. Un clásico.
Mario Vargas Llosa, que ha hecho un libro en el que reivindica a Onetti como el gran autor de ficción en español del siglo XX, distingue entre ambas facetas: el que escribe y el que habla. Cuando Onetti se quedaba solo con su escritura, y con sus personajes, se introducía en una zona de sombra en la que mandaba aquella melancolía honda que le emparentó desde muy temprano con los existencialistas.
Pero personalmente era otro, el que se reía, el que recordaba anécdotas que contaba con la minuciosidad de un padre que siempre tiene tiempo para contar cuentos a sus nietos. Te recibía, es cierto, echado en la cama, donde pasó una decena de años, los últimos de su vida, en Madrid. Pero ahí Onetti no exhibía la angustia dramática del acostado por hastío; una vez me dijo que no se levantaba de la cama tan solo porque le daba pavor que la Biche, su perra, le mordiera las canillas.
Desde la cama Onetti reflexionaba, se reía de su sombra y de las sombras de los otros. Se reía de la solemnidad de sus colegas; zahería, sobre todo, a Camilo José Cela, que en aquellos años (finales de los ochenta, principios de los noventa; Onetti murió en 1994) había decidido que todo el mundo debía ser objeto de sus chanzas, y la tomó sobre todo con Julio Llamazares y con Antonio Muñoz Molina. Onetti levantó su espada a favor de los dos jóvenes novelistas, y desafió Cela con su ironía aplastante. Cela era para él, entonces, la metáfora de lo que nunca hubiera querido ser, y ejerció en solitario (prácticamente) su tarea de desmontarle la peana al autor de La familia de Pascual Duarte.
Ese otro Onetti era un personaje con una memoria privilegiada; bebía, eso es leyenda, pero no se emborrachaba jamás, como recordaba anoche su amigo Félix Grande en la Biblioteca Nacional, en el epicentro del homenaje que se le está dedicando a Onetti estos días, ahí y en la Casa de América, dirigido por el profesor Eduardo Becerra.
Félix Grande, que le ayudó a subsistir en España cuando Onetti vino aquí después de que la dictadura uruguaya le encarcelara por amparar un cuento que los militares decidieron que debía ser tachado, habló de la aspereza y de la ternura de Onetti, y de ese periodo encamado que ha hecho subsistir la leyenda de que el autor de El astillero era un hombre fuera del mundo.
Quien lea hoy sus artículos (y sus novelas, y sus cuentos, pero todo sus artículos), que acaban de ser recopilados en el tercer tomo de las Obras Completas que ha preparado Hortensia Campanella para el Círculo de Lectores, podrán comprobar ahí la agudeza de sus juicios, y podrán apreciar hasta qué punto siempre estuvo alerta para tachar él mismo la solemnidad común pero sobre todo la solemnidad literaria.
Él creía que el éxito no era nada. Lo dijo cuando murió Faulkner, precisamente en julio, en 1962. "Sabía [Faulkner] que lo que llamamos éxito no pasa de una vanidad amañada: amigos, críticos, editores, modas". Faulkner, como Cèline, era su espejo. En esa necrológica de su maestro norteamericano, Onetti escribió esto que hoy podría decirse escribiendo de él, también: "Descendiendo del reciente difunto inmortal a este humilde necrólogo a pedido, reiteraremos que no fue hombre de academias, de discursos patrióticos, de asociaciones literarias. Y, si se le hubiera permitido escribir sobre su muerte, no habría aportado ni una gota a los chaparrones de cursilería que julio promete sobre el tema y cumplirá, sin duda alguna".
Le conocí en Tenerife en 1973, con mi compañero de clase Juan Manuel García-Ramos, que luego sería un profundo estudioso de su obra. Anoche, cenando con Dolly Onetti, su viuda, con Félix Grande y con otros que conocieron o aman la escritura de Onetti, alguien preguntó por qué le amamos tanto. Avancé una respuesta: porque era un tipo normal, un escritor que había arañado la vanidad hasta las profundidades de su esqueleto y la había enterrado detrás de unos libros impresionantes sobre los que jamás mostró ninguna vanagloria.
Celebrarlo es leerle. Hacían un documental sobre la vida de Onetti y me preguntaron anoche qué requisito habría que cumplir para pasar la aduana y entrar en Santa María, su territorio mitológico. Leerle, sin duda, empezando por sus artículos, donde resplandece el humor de Onetti. Ese sería el requisito. Y si hubiera que empezar por la ficción, por ese cuento imprescindible e impresionante, El infierno tan temido; pasarán otros cien años, como los que hoy tiene Onetti, y esa historia de odio y venganza seguirá siendo escalofriante. Un clásico.
Fuente El Pais,01/07/2009
Carlos Fuentes gana el premio González-Ruano de Periodismo

Al escritor Carlos Fuentes (Panamá, 1928), autor de una docena de novelas, le ha bastado un artículo para ganar el premio González-Ruano de Periodismo que desde hace 34 años entrega la Fundación Mapfre. El texto, El Yucatán de Lara Zavala, fue publicado en el diario Reforma, de México, en abril de 2008. La decisión del jurado viene acompañada con una dotación de 15.000 euros y una escultura original de Venancio Blanco. Fuentes, un novelista de prestigio internacional, ganó el año pasado el premio Don Quijote de la Mancha por su aporte a la difusión de la lengua castellana. En España obtuvo los dos galardones más significativos en el ámbito de la literatura: el Príncipe de Asturias de las Letras y el Cervantes.
Fuentes es un articulista habitual en El País. Aunque nació en Panamá, vivió en Quito, Montevideo, Washington, Santiago y Buenos Aires, y estudió en Suiza y Estados Unidos, su obra bucea en las temáticas de México, país en el que residió durante su adolescencia. Su primer libro, Los días enmascarados, se publicó en 1954, y, desde entonces, Fuentes no ha dejado de preocuparse por la identidad mexicana y los medios adecuados para expresarla.
Fuentes es graduado en Derecho en la Universidad Autónoma de México y en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra (Suiza). Ha sido delegado de México ante los organismos internacionales con sede en Ginebra y también embajador en Francia (de 1972 a 1976).
La narrativa del último ganador del González-Ruano incluye títulos esenciales como La región más transparente (1959), Zona sagrada (1967), Cambio de piel (1967), Terra nostra (1975) y Cristóbal Nonato (1987). Fuentes ha explorado todos los géneros, desde la ficción hasta el ensayo (prueba de ello es En esto creo, de 2002). De la inquietud inagotable del mexicano han nacido numerosos guiones cinematográficos y algunas piezas teatrales de gran originalidad (como El tuerto es rey, de 1971). En su biografía tampoco faltan colaboraciones en la prensa internacional, la fecunda y añosa labor de columnista que ha recompensado el premio de la Fundación Mapfre.
Fuentes es graduado en Derecho en la Universidad Autónoma de México y en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra (Suiza). Ha sido delegado de México ante los organismos internacionales con sede en Ginebra y también embajador en Francia (de 1972 a 1976).
La narrativa del último ganador del González-Ruano incluye títulos esenciales como La región más transparente (1959), Zona sagrada (1967), Cambio de piel (1967), Terra nostra (1975) y Cristóbal Nonato (1987). Fuentes ha explorado todos los géneros, desde la ficción hasta el ensayo (prueba de ello es En esto creo, de 2002). De la inquietud inagotable del mexicano han nacido numerosos guiones cinematográficos y algunas piezas teatrales de gran originalidad (como El tuerto es rey, de 1971). En su biografía tampoco faltan colaboraciones en la prensa internacional, la fecunda y añosa labor de columnista que ha recompensado el premio de la Fundación Mapfre.
Aurora Boreal

Aurora Boreal, Asa Larsson, Seix Barral,330 pág, 12/05/2009.
La Reina en el Palacio De Las Corrientes De Aire

Stieg Larsson murió repentinamente en 2004 tras una crisis cardíaca después de haber entregado a su editor los tres volúmenes de la trilogía Millennium. Escribió ensayos sobre economía y reportajes de guerra en África y fue redactor jefe de Expo, revista sueca que se ha convertido en un referente inexcusable de la lucha independiente contra los movimientos antidemocráticos de cualquier signo. Su muerte es especialmente triste porque Larsson no ha podido ver el tremendo éxito alcanzado con sus novelas en su país.
La reina de las Corrientes de Aire,Stieg Larsson, 812 pág, 18/06/2009.
La Mano de Fátima

La historia de un joven atrapado entre dos religiones y dos amores, en busca de su libertad y la de su pueblo, en la Andalucía del siglo XVI.1568. En el agreste paisaje de las Alpujarras granadinas, los moriscos sobreviven gracias a su duro esfuerzo a pesar de los continuos obstáculos que les imponen los cristianos viejos. Obligados a venerar unos símbolos religiosos en los que no creen, su descontento crece hasta estallar en una revuelta cruel y sanguinaria. Entre los sublevados se halla Hernando, un joven de catorce años que ha sufrido el rechazo de su gente debido a su origen: su madre, Aisha, fue violada por un sacerdote y él, apodado el nazareno, es el fruto de dicho ultraje.
La Mano de Fátima, Idelfonso Falcones, Grijalbo Mondadori, 960 pag, Junio 2009
La Contadora de Peliculas

La Contadora de Peliculas, Hernán Letelier,Alfaguara,118pág,2009.
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